imitación original Como todos sabemos, la característica fundamental del arte de Fernando Botero es la obesidad de todas sus figuras. Esta obra, llamada Bailarines Argentinos no es ninguna excepción. Es un óleo sobre tela que mide 185 x 122 cm. Muestra una pareja voluptuosa bailando tango pagaditos, con los ojos apasionadamente cerrados. El rojo del vestido concuerda bien con la pasión del baile e igualmente la camisa y la corbata del hombre. El negro puede connotar su seriedad y también la elegancia, no del sitio en donde están, sino la del baile. Botero ha sido una persona que siempre ha querido verle un sentido diferente a lo que ve y lo que plasma en sus pinturas. En este caso quiere exagerar el erotismo que provoca la danza del Tango en Argentina. Asimismo quiere entrever, que a partir del año 2000, en el Festival Buenos Aires Tango, en el Centro Cultural Recoleta -Patio del Aljibe-, el día 11 de diciembre, hizo su presentación su gran amiga y cantante y compositora d...
imitación Real El creador de está obra fue Alejandro Obregón Rosés, las dimensiones de está obra 19,5cm x 28,5cm Alejandro Obregón fue un pintor colombo-español. Nacido en 1920 en Barcelona, España, de padre colombiano y madre española, se trasladó con sus padres a los seis años a Barranquilla, Colombia. En 1929 se reinstala con su tía en Barcelona. En su juventud viajó por España, el Reino Unido y Estados Unidos. Tras vivir en Francia durante cinco años, volvió a Colombia y se estableció en Cartagena, donde trabajó con Guillermo Wiedemann, Santiago Martínez Delgado, Enrique Grau y Ricardo Gómez Campuzano. Gracias a él, el expresionismo figurativo adquirió un gran auge en Colombia a partir de los años 1950. En 1958 le fue concedido el primer premio en la Bienal Hispanoamericana en Madrid, y en las décadas siguientes recibió multitud de premios, así como varias condecoraciones por su obra, entre ellas la Cruz de Rafael Núñez, en Colombia. Entre lo más conocido de su producción cabe...
imitación original Está obra pertenece a Frida Kahlo, fue pintada en el año 1940 y las medidas de está obra son 47cm x 61cm Frida pintó este cuadro durante la época de crisis de su matrimonio con Diego Rivera. El elemento más importante es el collar de espinas que se hunde en su cuello como señal del dolor que le causa su relación rota con Diego. Dicho collar viene de la famosa corona de espinas con la que Jesús habría sido crucificado, muy significativa en la tradición cristiana. Del collar cuelga un colibrí negro, muerto, con las alas extendidas, un detalle que Frida comparaba con la forma de sus cejas. El colibrí simboliza el fin de su matrimonio. Sobre sus hombros, un gato negro, símbolo de mal augurio y, finalmente, su mono, regalo de Diego. El mono luce indiferente, que es como Frida percibía a su esposo. En esta obra Frida sigue portando el atuendo tehuano y el cabello al estilo tradicional mexicano, que ya se habían convertido en ...
Comentarios
Publicar un comentario